“Lo único que esperamos es que nos acompañe el tiempo”, “ojalá que este lindo”, “y si hace frio que hacemos?”.
Sólo esto nos preocupaba seriamente, ya que varios días atrás el frio era tan insoportable que la gente del pueblo no tenía otra alternativa que quedarse en sus casas y esperar a que pase este invierno tan intenso. De lo demás nos despreocupamos, sabiendo que estarían las risas de muchos chicos por todo el lugar, haciendo de ese día una jornada exitosa.
Unos meses atrás ya nos imaginábamos este día, sabíamos que no habría otro festejo y decidimos que el 08 de agosto no tenía que pasar como una fecha cualquiera, donde solo los comerciantes ganen. El primer domingo de agosto debe ser una oportunidad para realizar actividades que promocionen el bienestar y los derechos de los niños.
Cuando comenzamos con las reuniones de organización pensamos que era necesario contar con la participación de las escuelas y jardín de infantes. La invitación se realizo lo antes posible y fue inmediata la presencia de la Escuela Nº4, donde se sumaron como parte del centro cultural decidiendo y actuando con total libertad. El acercamiento de estas instituciones significo un logro y crecimiento para el centro, ya que al trabajar en forma conjunta se pueden lograr muchas más cosas que si uno lo hace individualmente, lo cual es algo obvio, pero pocas veces esto se pone en práctica.
Unos días antes de la jornada las maestras llevaron trabajos que realizaron los chicos sobre los derechos de los niños. Las titiriteras se mostraron muy entusiasmadas siempre, desde la primera reunión de organización, donde participaron, aportaron ideas y ya las sentimos parte del centro cultural. Tuvieron mucho que ver con la planificación del día del niño y una de ellas al ser maestra jardinera, nos marco algunas cosas importantes, como por ejemplo el momento de la merienda, a lo cual se le debía respetar su tiempo. Una señora, que de cultura sabe mucho, propuso realizar un taller de collage y se hizo cargo de que ese día se concretaría sin que se planificara mucho, ya que los chicos guiarían el trabajo, debería ser un espacio libre de creación y de participación. En el tema de los derechos del niño debíamos ser muy cuidadosos y para eso acudimos a una jovencita, que ocupa el cargo de asistente social en el pueblo y tiene la experiencia justa para este trabajo. Una de las radios estuvo presente también desde el principio y ayudo mucho en la difusión y realización de la radio abierta. La delegación municipal se acerco para que contemos con su ayuda y nos aseguraron tener ese día el chocolate, facturas, caramelos y algunas cosas más. El sonido fue de una persona del grupo, que una vez más llevo sus equipos y estuvo en todos los detalles.
Se acercaba el día y en distintos lugares se realizaban actividades previas. Los ensayos en la Escuela Nº4 de la canción que presentarían los alumnos de 1º y 2º grado, la preparación de la obra de teatro, los títeres, la planificación de los juegos y algo para destacar fue la visita de dos narradoras de la ciudad de Santa Rosa, que nos presentaron algo nuevo para muchos y trajo alegría a nuestro pueblo.
Cuando ese domingo nos despertamos muchos salimos inmediatamente a ver como estaba el día. Fue una alegría encontrarnos con un sol radiante, un día precioso. Los celulares comenzaron a sonar desde temprano, “acordate de llevarme la camisa”, “nos vemos en media hora?”, ”me olvide de comprar… no tenes en tu casa?”, “me pasas a buscar?”. Llegamos a la estación y nos pusimos a trabajar. Iban y venían afiches, cables, mates y sonrisas. Todos de buen humor y felices por el día lindo que teníamos. A las 13:30 hs ya comenzaron a llegar algunos niños, los cuales no aguantaron las ganas de pedirnos globos para ya ponerse a jugar. La música comenzó a sonar y rápidamente el lugar se lleno de gente. Muchos padres y abuelos, quienes al principio tímidamente observaban como disfrutaban los chicos de su día, terminaron sumándose a los juegos. Los más chiquitos cantaban mientras el lobo se preparaba para correrlos y hacerlos reír, la soga bien larga para que todos tengan la posibilidad de saltar, la carrera de embolsados, el palo borracho y otros juegos que traían lindos recuerdos a los mayores. En un momento, cuando el sol iluminaba más que nunca y mientras cantábamos una canción que habla sobre la tierra, plantamos un árbol entre todos y los chicos se encargaron de elegir un nombre para éste. Cuando llegó el momento de los títeres todos se acomodaron rápidamente y en silencio disfrutaron de esos personajes tan disparatados. El teatro causo un gran impacto en los chicos, los cuales participaron y fueron parte de la obra sin darse cuenta. La canción preparada por la escuela genero ternura al ver a los más chiquitos cantando. Todo salió muy lindo y lo más importante es que fue un día que lo pasamos en familia, disfrutando sanamente, mostrando que es posible trabajar juntos y hacer algo distinto.
Se logró porque todos colaboraron, porque el objetivo era que los chicos disfruten de su día y nada más que eso, porque todos los que trabajamos lo hicimos con el corazón y porque el centro cultural Sobrerrieles es un lugar de todos que estamos construyendo entre todos.